El más Mortal de los videojuegos

Excepto el fútbol, ningún otro juego a logrado raptar toda mi atención y dejarme totalmente enajenado; aunque hubo un periodo de mi adolescencia en que fui víctima de un tal NINTENDO. Fue justamente la etapa previa antes de ingresar en el Servicio Militar.

Desconocía totalmente que NINTENDO era una de las grandes empresas de producciones de videos-juegos; lo mío era disfrutar de aquel aparatico ultramoderno, que en Cuba se había popularizado a principios de este siglo, bajo el “seudónimo” de Atari. Entre tantas modalidades, solo hubo una capaz de engancharme: Mortal Combat, especialmente su versión Ultimate de 1996. Gracias al poderoso archivo digital de un buen amigo lo redescubrí.

Ahí estaba dentro de un emulador que permite adaptarlo a mi PC, junto a otras decenas de juegos que podrían postularse para ingresar en los Juegos Olímpicos de 2072. Repaso una década atrás. Mi madre aun no se figura cuantas veces me asomé a su monedero en busca de un peso que abasteciera 15 minutos en los cuales su hijo se convertía en un ente superpoderoso. Hice de Sub-Zero, Reptile, Noob Saibot, Nightwolf, Kabal, Reptil, Scorpion…

Combate Mortal era parte de mi accionar cotidiano; incluso como desconocía totalmente el inglés, acudía al cine y veía las dos partes de la película…entonces ya estaba informado como todos lo chiquillos del barrio. Shang Sung figuraba como el malo y Liu Kan se convertía en nuestra guía entre los seres más excelsos. Los de familias más acomodadas le alquilaban al chamaco el NINTENDO, 24 horas; aquello era un lujo…yo iba de peso en peso, y al cuarto de hora ya mi cleptómana economía no aguantaba más.

Entonces me quedaba de espectador hasta que un alma caritativa me tirara un salve. Recuerdo que en Camagüey hubo uno que se hizo híper famoso. Vivía en mi reparto; varios de mis contemporáneos le pagaban para que les enseñara a jugar, o incluso solo para verlo apretar los botones del equipo. Era refeo el chico pero podía hacer esta pelea “cibernética” hasta sin visualizar la pantalla. NO exagero.

La evolución tecnológica nos ha traído en Xbox y las distintas variantes de PlayStation de Sony, otros miles de video-juegos que tienen fines de todo tipo: comerciales, políticos, etc. Se de Call of Duty, StarCraft, y otros que jamás he practicado. Realmente estos con mega gráficos no han logrado llamarme la atención. Y creo que en Cuba tampoco han causado la explosión social infanto-juvenil que logró Mortal Combat.

Claro hoy los juegos informáticos en este archipiélago compiten con la preferencia de paquetes de películas y otras opciones que brindan los soportes de los Smartphone. Hace 13 años atrás, NINTENDO en Cuba solo necesitaba que se arreglaran los problemas con los apagones para seguir en la preferencia de este público “pirata”.

Ya me siento viejo para trastear con Mortal Combat, pero aun me acuerdo. Solo que con el teclado paso más trabajo, y no puedo dedicarle tanto tiempo a estar tirando patadas y piñazos dentro de un monitor. Quedan muchos asuntos por leer y escribir, y Mi punto de penalti no admite tan mortales distracciones.