Breve crónica a dos tipos duros
La Gaceta Oficial de la República de las Efemérides del Caribe hace una pausa triste en el 11 de mayo.
La lápida de Bob Marley en Nine Miles, lo atestigua; mientras la de Ignacio Agramonte jamás pudo hacerse en físico a falta de cadáver, aunque el diamante queda en alma.
El teatro Stanley de Pittsburgh resultó el último escenario de batalla de Bob, los potreros de Jimaguayú, el del amado de Amalia.
Al líder rasta un pisotón en el dedo en un partido de fútbol por allá por Inglaterra, le avisó del cáncer que le liquidó con 36 años; Agramonte nunca terminó de cumplir 32.
Siglos distantes, símbolos diferentes, grandeza similar, aunque a Bob mucho se le ha acusado de misógino.
Pero fueron dos tipos duros, duros de verdad.
Uno reinó en el planeta Reguee , otro fue príncipe de las glorias constitucionales cubanas y mucho más.
Publicado el mayo 11, 2020 en Uncategorized. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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