El misterioso caso del Yuli Gurriel

En casa, mientras el paquete multipropósito de gigabytes me deja ver al Yuli promocionando una aplicación para Smartphone (Isladentro), vuelvo a preguntarme: ¿Cómo es posible que le hayan finalizado el contrato en la Nippon Professional Baseball?

Acto seguido le echo un vistazo a la Nota oficial de la Federación Cubana de Béisbol:
“A partir de la no presentación en tiempo del atleta Yulieski Gurriel Castillo al Club Yokohama DeNa Baystars, debido a lesiones sufridas durante el desarrollo de la Serie Nacional de Béisbol, que le ha impuesto un lento proceso de recuperación, se decidió la cancelación del contrato Uniforme del jugador suscrito con la Liga Central Profesional de Béisbol de Japón para la temporada 2015.

Este proceso se realizó de forma respetuosa y transparente entre las partes, teniendo en cuenta las magníficas relaciones existentes entre la NPB, el Club Yokohama DeNa Baystars y la Federación Cubana de Béisbol.”

Se me vuelve cosa de locos. La narración de la Final de la 54 Serie Nacional no le hace swing completo al asunto; a los medios impresos le bastó un simple comunicado después de un largo análisis sobre política informativa. Alguna dosis de secretismo ocupa la primera plana a hurtadillas para no despertar la curiosidad.

Más especulaciones no puede generar el tema. Ya las he leído y/o escuchado todas: Un babalao le dijo que desistiera del viaje; le tiene miedo a los aviones; se está acondicionando su camino hacia la Mayor League Baseball (MLB) norteña. Esta última suena con mucha fuerza. De Yanquis de Nueva York y unos 80 millones por seis temporadas.

Yulieski Gourriel Castillo, el CR7 de la pelota cubana, a juzgar por su halo mediático, no se presentó a las filas del Yokohama DeNA BayStars. Shigeru Takada gerente de la franquicia de los chicos de ojos rasgados dijo que el pelotero espirituano radicado en el capitalino barrio de Siboney debía haber ido a Japón el 24 de marzo, pero se lastimó uno de los músculos isquiotibiales jugando en Cuba y se negó a salir del país lastimado.

De emisario y todo fue la cosa, porque los capitalistas no están momea´ os cuando median sus intereses monetarios. Pero al Yuli nadie le hizo entrar en razón.

A la Federación Cubana de Béisbol no le van mucho los asuntos de contrato extra fronteras.
Primero nos cuesta décadas abrirnos al “Nuevo Mundo”; luego no tramitamos bien visas como la de Alfredo Despaigne en México; ahora para colmo dejamos el grado de credibilidad de la institución por el suelo al “conciliar” semejante barbaridad.

Me insulta la situación. Va más allá de lo insólito, del gazapo, de lo incrédulo. ¿Tan grave es la lesión de Yulieski que ni los más avezados doctores y científicos de la tierra del sol naciente, con 30 años de adelantos técnicos, pueden enmendar su físico?

Qué alguien me explique por favor. ¿Acaso Yulieski Gourriel dejó de interesarle el más alto nivel del deporte, su propia superación profesional?

¿Decidió el mediano de los hijos de Lourdes desentenderse de unos cuantos miles porque alguien le metió en la cabeza la absurda teoría de que el profesionalismo es fuente de la explotación de un ser maligno e inescrupuloso?

La historia tiene recovecos.

Por favor pongámonos las pilas. Al paso que vamos los peloteros cubanos continuaran su trayectoria marítima, y los que decidan continuar solo portarán una credencial para fichar en la Premier League del críquet en Guatemala.